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El consentimiento informado médico y su digitalización es uno de los retos a los que se enfrenta el  sector sanitario dentro de su propia transformación digital. Todos los aspectos burocráticos y documentales relacionados con la gestión de los pacientes están evolucionando para eliminar el papel de las consultas médicas.

Con el objetivo de facilitar este desafío presentamos nuestra solución de firma electrónica avanzada para el sector salud y en concreto sus beneficios para la gestión de los consentimientos informados.

Este post también está disponible en inglés.

¿Qué es el consentimiento informado?

En el consentimiento informado es cuando el profesional médico informa al paciente sobre su tratamiento, con sus riesgos, beneficios y alternativas.

Se trata de un proceso de información y comprensión que finaliza con la firma de un documento escrito de consentimiento informado en el cual el paciente autoriza someterse al tratamiento médico informado.

Este consentimiento debe ser consciente y voluntario por el paciente, ya que también puede rechazarlo. El objetivo de este procedimiento es que cualquier paciente pueda tomar las decisiones referentes a su salud con total libertad y siempre bajo su propia voluntad.

Contenido del consentimiento informado

Los tres requisitos necesarios del consentimiento informado son la voluntariedad, información y comprensión.

El formulario escrito de consentimiento informado debe respetar, al menos, los siguientes criterios de información según el portal «Redacción Médica«:

  • Naturaleza de la intervención: en qué consiste, qué se va a hacer.
  • Objetivos de la intervención: para qué se hace.
  • Beneficios de la intervención: qué mejoría espera obtenerse.
  • Riesgos, molestias y efectos secundarios posibles, incluidos los derivados de no hacer la intervención.
  • Existencia o no de procedimientos alternativos.
  • Explicación breve del motivo que lleva al sanitario a elegir una y no otras.
  • Posibilidad de retirar el consentimiento de forma libre cuando lo desee.

Además, debe constar el siguiente contenido mínimo:

  • La identificación correcta de la persona, del centro y servicio sanitario responsable.
  • Que el firmante ha leído y comprendido la información, se le han dado las explicaciones que ha solicitado, está satisfecho con ellas y finalmente la expresión de su consentimiento o no y la firma.
  • El nombre del médico que ha dado la información y al que se le ha entregado el consentimiento informado.
  • Apartado de tutores y representantes del paciente incompetente o incapaz.
    • Declaración de incapacidad del paciente
    • Nombre completo del tutor familia
    • Declaración de que ha sido informado correctamente y su consentimiento con firma.
  • Apartados para la aceptación del proceso, rechazo y revocación del mismo y firma.
  • Lugar y fecha.

Este escrito del consentimiento informado debe ser claro, comprensible y custodiado dentro de la historia clínica del paciente, ya que ostenta un valor probatorio ante de cualquier discrepancia o futura reclamación.

Pero en ningún caso, la firma del consentimiento informado supone la exoneración del profesional ante una responsabilidad por mala praxis. Son dos conceptos diferentes.

El consentimiento informado como prueba documental

En caso de incidente, aunque el consentimiento informado no exonere de una mala praxis médica al responsable sanitario, este tendría que aportar tal documento firmado como prueba documental de que informó adecuadamente al paciente de los posibles riesgos y que este los aceptó de forma expresa.  

De hecho, lo esencial del consentimiento informado será que se pueda demostrar la autenticidad de su firma, a través de cualquier medio, en el supuesto de que se deba hacer valer ante el paciente o de terceros, no su formato.

Es decir, el sustrato en el que se recoge la firma, sea papel o electrónico, no es lo importante, sino que en caso necesario un perito calígrafo pueda comprobar que no ha podido haber alteración del documento, y pronunciarse sobre la autoría de la firma.

El sector sanitario está adaptándose a los nuevos tiempos

La finalidad del consentimiento informado es probar que se ha informado al paciente sobre su tratamiento de forma clara y con anticipación y este lo ha firmado de manera consciente.

Una mala gestión de este procedimiento de hecho, puede traer consecuencias muy graves para el profesional y los centros sanitarios, con distintos grados de responsabilidad civil e incluso penal.

Con respecto al modo de obtener dicho consentimiento, sigue habiendo una cultura muy arraigada del papel en los centros sanitarios, a pesar de que la la propia ley 41/002 sobre los derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica del paciente, permite la utilización de medios informáticos para el archivo de la historia clínica. Sin embargo los tiempos están cambiando.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del gobierno de España impulsaba el año pasado el proyecto Historia Clínica Digital del Sistema Nacional de Salud (HCDSNS), para garantizar a ciudadanos y profesionales sanitarios el acceso electrónico a la documentación clínica más relevante de cada paciente.

Dicho reto responde a las necesidades de los profesionales sanitarios que han de atender a los pacientes en sus desplazamientos y a la firme voluntad política de conseguir la transformación digital del sistema de salud por sus múltiples ventajas, tanto económicas como de gestión.

Pues bien, dentro de este proceso de digitalización de la historia clínica, el consentimiento informado es unos de los documentos que más se resisten a abandonar el formato papel por la necesidad de su firma como hemos mencionado.

Sin embargo existen herramientas como la firma electrónica avanzada que hace posible de manera sencilla, la generación de documentos electrónicos válidos y legales, simplemente con la firma sobre una tablet, dispositivo móvil u ordenador del facultativo y el paciente.

La firma electrónica para el consentimiento informado

Lo fundamental del consentimiento informado es que quede fuera de toda duda que el paciente ha leído el documento estando en condiciones de entenderlo, que ha sido firmado por él o por su representante y que el contenido no ha sufrido alteraciones después de la firma.

Además, es necesario que se conserve con las garantías de poder recuperarlo, leerlo y accionar los mecanismos que acrediten su integridad y autenticidad.

Todo esto puede conseguirse gracias a la firma electrónica avanzada que combina la captura de datos biométricos, con la utilización del sello de tiempo que permite determinar el momento de la firma.

Por sus características la firma electrónica avanzada brinda seguridad a las transacciones electrónicas de los usuarios y en este caso, al trámite de firma del consentimiento informado. Con su uso se puede identificar al autor de la firma en caso de litigio y además, garantizar la integridad del contenido firmado. Es decir, que el contenido firmado no ha sufrido ningún tipo de alteración o variación desde el momento en que se firmó.

El concepto de de firma electrónica debe entender bajo el nuevo reglamento eIDAS 910/2014 del Parlamento Europeo, relativo a la identificación electrónica y los servicios de confianza para las transacciones electrónicas en el mercado interior.

Esta norma regula y promueve los servicios de terceros de confianza independientes en los procesos de firma electrónica capaces de generar evidencias legales admitidas como prueba en caso de juicio. 

Características de la firma electrónica avanzada

✔️ Captura de elementos biométricos asociados a sus datos de producción (presión, velocidad de trazo, etc).
✔️ Integridad de los datos firmados.
✔️ Autenticidad del documento y vinculación con el firmante.
✔️ Posibilidad de demostrar la validez de la firma en un proceso litigioso.

Además, al utilizar la
firma electrónica avanzada en el sector salud para cumplir con este trámite obligatorio las clínicas evitarán riesgos como:

  • Pérdida o errores en el archivo de consentimientos firmados gracias a su digitalización.
  • Riesgos en la preservación de la confidencialidad y protección de datos. El documento firmado no circulará por distintos despachos del centro hasta su archivo final.
  • Posibles dificultades técnicas para acceder y verificar la existencia del consentimiento informado antes de aplicar el tratamiento o intervención.
  • Retrasos hasta que el consentimiento firmado y escaneado está disponible y convenientemente almacenado generando costes de gestión.

Conclusión

Gracias a nuestra solución de firma electrónica avanzada los centros y clínicas sanitarias pueden mejorar su flujo de trabajo y aumentar su rendimiento de forma inmediata evitando pérdida de documentos.

Con ella los pacientes solo tienen que leer el documento de consentimiento en un dispositivo móvil, tablet u ordenador con toda la información que necesitan conocer sobre el tratamiento a recibir y firmar directamente sobre la pantalla.

Por todo lo explicado, hoy más que nunca, se hace necesario aprovechar las mejoras que ofrecen las nuevas tecnologías para mejor la calidad de los servicios sanitarios y este trámite en concreto.

Con la implantación del sistema de firma electrónica avanzada de Signaturit se puede eliminar el papel en la historia clínica de los pacientes con todas las garantías técnicas y jurídicas y de forma más práctica que con la tradicional firma manuscrita.

Ha llegado el momento de culminar con el proceso de digitalización de los centros sanitarios gracias a nuestra tecnología con todas las garantías necesarias para hacer frente a una posible reclamación por la aportación del consentimiento informado firmado como prueba documental.

Si quieres disfrutar de los beneficios de la firma electrónica avanzada, no dudes realizar una prueba gratuita de esta herramienta digital tan útil y necesaria para el sector sanitario. 

Este post también está disponible en inglés.