4 min
Posted by Marta Estudillo on 22/03/22 10:00
Tanto la firma ológrafa como la firma electrónica tienen muchos puntos en común, fundamentalmente en lo que se refiere a su validez y eficacia jurídica, siempre que ambas cumplan los requisitos que les son propios. No obstante, también las separan muchas diferencias.
En este artículo veremos dónde radican exactamente estas distinciones y cuáles son las principales ventajas de utilizar la firma electrónica en la actualidad. Sin duda, se trata de una herramienta de enorme utilidad práctica en un mundo cada vez más digitalizado y cambiante.
Empezaremos, pues, por aclarar las definiciones básicas de ambas modalidades de firma.
Índice
+ Autentificación de la identidad digital con DNI
|
¿Qué encontrarás en este post?
El término «ológrafo/a», como nos indica el diccionario de la RAE, se refiere a aquello que está escrito de puño y letra por parte de la persona en cuestión, es decir, aquello que es autógrafo.
Por tanto, la firma ológrafa es la que se realiza de puño y letra del firmante. Es decir, se trata de la firma manuscrita que todos conocemos y utilizamos de forma habitual.
Así, es esta la modalidad de firma que se ha utilizado a lo largo de los siglos para expresar conformidad o acuerdo en todo tipo de documentos, obligando a los firmantes de los mismos a su cumplimiento. No obstante, su uso no ha estado exento de problemas, como las posibles falsificaciones, el repudio por parte del presunto firmante, etc.
Curiosamente, el diccionario también admite el término alternativo «firma hológrafa», con «h», aunque es menos común. Lógicamente, no debe confundirse con expresiones como «firma holográfica», que sería incorrecta para referirse a la firma de puño y letra.
Una vez que hemos aclarado qué es la firma ológrafa, pasamos a recordar la definición básica de firma electrónica.
La firma electrónica consiste en una serie de datos electrónicos que se vinculan con determinada información asociada al firmante.
Esta definición legal viene recogida en el Reglamento eIDAS de la Unión Europea (Reglamento UE Nº 910/2014) de una forma muy similar: conjunto de «datos en formato electrónico anejos a otros datos electrónicos o asociados de manera lógica con ellos que utiliza el firmante para firmar».
Hay que tener en cuenta que no todas las firmas electrónicas son equivalentes. De hecho, existen tres grandes tipos de firma electrónica, cada una con sus propias características:
Aunque a veces se utilicen de forma indistinta, los conceptos de firma electrónica y firma digital no son equivalentes. Así, la firma digital sería una aplicación técnica específica de la firma electrónica, en la que se utilizan procedimientos y algoritmos criptográficos.
Para más detalles, puedes consultar el artículo que dedicamos a explicar exactamente qué es una firma digital.
Si cumplen todos los requisitos que les son propios, tanto la firma ológrafa como la firma electrónica producen plenos efectos jurídicos. Por tanto, sirven para demostrar la existencia de consentimiento por parte de la persona firmante, salvo que se demuestre lo contrario.
En consecuencia, ambas gozan de presunción de validez. Para destruir dicha presunción, sería necesario probar que la firma fue falsificada (por ejemplo, a través de un informe o dictamen pericial), que no existió el consentimiento o que este estaba viciado por algún motivo, etc.
De todos modos, como veíamos en el apartado anterior, para que la firma electrónica permita garantizar plenamente la identificación de la persona firmante, así como la integridad del documento, debería tratarse de la modalidad avanzada o cualificada.
Afortunadamente, hoy en día estos dos tipos de firma electrónica son de uso común y no presentan ninguna dificultad técnica en la práctica.
Las principales ventajas que tiene la firma electrónica respecto de la firma ológrafa tradicional son las siguientes:
En definitiva, aunque tanto la firma electrónica como la firma ológrafa puedan seguir conviviendo en los próximos años, las ventajas de la primera hacen que esté sustituyendo a la manuscrita en cada vez más ámbitos de la vida diaria.
Si quieres comprobar, de primera mano, cómo funciona en la práctica y cómo puede integrarse de forma sencilla en el flujo de trabajo de tu empresa, no dudes en solicitar una prueba gratuita y sin compromiso de la herramienta de firma electrónica de Signaturit.
¿Necesitas más información?
Contacta con nosotrosSubscríbete a nuestra newsletter
Subscríbete a nuestra newsletter
Digitalizar tu empresa con Signaturit es muy fácil. Regístrate en nuestra newsletter y recibe 1 email a la semana con nuestros mejores consejos, eventos y novedades de producto.
¡Únete a las miles de empresas que ya han digitalizado sus departamentos de recursos humanos!
© Copyright Signaturit 2022
Made in Europe