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Posted by Marta Estudillo on 20/09/22 10:00
La posibilidad de recurrir una sanción administrativa es una opción que suscita numerosas dudas en ciudadanos y empresas, sobre todo si no cuentan con la posibilidad de contratar los servicios de un abogado o con un departamento legal propio.
Sin embargo, se trata de un procedimiento bastante sencillo y que puede permitir resolver situaciones injustas o que se consideren no ajustadas a Derecho.
De todos modos, antes de entrar en materia, es importante recordar a qué nos referimos exactamente con el término «recurso administrativo».
¿Qué encontrarás en este post?
El recurso administrativo es el medio o procedimiento que tienen los particulares para impugnar, en sede administrativa, un acto o resolución administrativa que consideren contraria al ordenamiento jurídico.
Por tanto, este procedimiento nos permitiría presentar recursos contra sanciones administrativas, entre otros muchos casos.
Cuando se agotan las vías para recurrir ante la Administración a través de este tipo de recursos, todavía existe la opción de reclamar en vía judicial. El medio habilitado para ello es el denominado recurso contencioso-administrativo.
Además, este último también sirve para impugnar disposiciones administrativas de carácter general.
Los recursos administrativos se regulan principalmente en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
En concreto, es el Capítulo II del Título V el que contiene las normas aplicables a esta clase de procedimientos.
De acuerdo con la mencionada Ley 39/2015, existen fundamentalmente dos tipos de recursos administrativos ordinarios, más otro extraordinario:
El recurso de alzada es el que se interpone ante resoluciones y actos que no pongan fin a la vía administrativa. Es decir, que todavía puedan tramitarse ante autoridades administrativas y no ante un órgano judicial.
En estos casos, se planteará el recurso ante el órgano superior jerárquico del que los dictó, de ahí la denominación de «alzada».
De este modo, si queremos recurrir una sanción administrativa (como una multa de tráfico o una sanción de Hacienda), debemos plantear este recurso de alzada ante el órgano superior a aquel que haya resuelto el procedimiento de imposición de dicha sanción.
Hay que tener en cuenta que este tipo de recurso administrativo se puede interponer tanto frente a resoluciones como determinados actos de trámite. En este último caso, debe tratarse de actos que encajen en alguno de los siguientes supuestos:
El plazo para interponer el recurso de alzada para recurrir una sanción administrativa o cualquier otra resolución es de:
Recuerda que los plazos se computan desde la notificación del acto.
En este punto, es muy importante tener en cuenta que es muy frecuente utilizar sistemas de notificación electrónica, lo que puede plantear algunas dificultades adicionales para ciertas empresas que manejan un gran volumen de comunicaciones por esta vía.
Para más información sobre este tema, puedes consultar el artículo donde analizamos en detalle qué son las notificaciones electrónicas.
Como su propio nombre indica, este recurso es potestativo. Es decir, no es necesario interponerlo, ya que se podría acudir directamente a la vía judicial, presentando un recurso contencioso-administrativo.
No obstante, si se quieren agotar todas las opciones, puede interponerse este recurso administrativo de reposición ante el mismo órgano que dictó el acto o resolución recurridos.
Los plazos de interposición de este tipo de recurso administrativo son los mismos que en el de alzada.
Adicionalmente, la ley contempla otro recurso administrativo para casos excepcionales.
Se trata del denominado «recurso extraordinario de revisión». Este solo procede cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias excepcionales:
En general, no se puede interponer un recurso administrativo contra la resolución de un previo recurso administrativo.
Igualmente, la Ley 39/2015 indica que no pueden interponerse contra disposiciones administrativas de carácter general.
En ambos casos, ha de usarse el recurso contencioso-administrativo, ya en vía judicial.
Como ya mencionamos más arriba, un aspecto importante a la hora de presentar recursos contra sanciones administrativas o cualquier otro acto, es el de los plazos. De hecho, el incumplimiento de plazos también puede ser el origen de la propia sanción que se quiere recurrir.
En este sentido, y sobre todo en el caso de empresas que manejan un gran volumen de procedimientos, con múltiples usuarios autorizados, el volumen de notificaciones electrónicas puede resultar difícil de controlar.
De este modo, aparte de la eventual imposición de sanciones en primer término, también podrían pasarse las fechas de recurso.
Por este motivo, es recomendable contar con un software gestor de notificaciones electrónicas, como IvNeos, que permite:
De este modo, podrían evitarse muchas infracciones y, en último término, facilitar la presentación de recursos contra sanciones administrativas.
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